domingo, 10 de abril de 2011

Tauromáquia ¿deporte o arte?

La tauromáquia, una actividad cultural típica en España es para unos un deporte y para muchos un arte. Idolatrada por unos y repudiada por otros, la tauromáquia en su rama del toreo exige una gran preparación física y mental digna de cualquier deporte extremo. El estrés al que se somete un torero cada corrida enfrentándose a un animal de 500 kg de peso mientras miles de ojos clavados sobre su nuca le exigen la máxima pureza en sus movimientos hace que el torero y su cuadrilla necesiten un plan específico de entrenamiento y disciplina.

Como si de la mismísima coreografía de la mejor compañía de danza se tratara, el torero entrena pases, movimientos y capotazos con los que posteriormente moverá al toro por la arena de la plaza. Durante toda su actuación la frecuencia cardiaca del matador esta entre un 70 y un 100% de pulsaciones lo que le exige gran capacidad pulmonar, un estado de forma que roce la perfección y un valor extraordinario.

Toda la tensión que recoge la mente de un torero hace que llegue hasta la extenuación física y agotamiento mental. Es una lucha cuerpo a cuerpo con el toro en la que un error puede costarle la vida. Para evitarlo es importante tener buenos reflejos que unido a una gran resistencia y velocidad de reacción hacen mejor o peor a un matador.

La exposición a lesiones es mayor en este "deporte" que en otros muchos. No sólo por las graves cogidas que provoca un asta de toro sino por las lesiones musculares provocadas por arranques explosivos de velocidad. Por otro lado la preparación mental es fundamental. Saber que en cada capotazo se juega su integridad física, con una frecuencia de 5 segundos sería inaguantable sin una concienciación mental. Por todos es sabido el gran valor que tienen los toreros para enfrentarse a semejante animal.

Como en cualquier deporte de masas, en el toreo también existen figuras reconocidas que destacan sobre otras. El arrimarse al toro lo máximo posible, la precisión de los pases y de los movimientos y la eficacia con la que culmina al toro hace que los cachés de unos superen los de otros. José Tomás es el torero por excelencia que reúne lo nombrado anteriormente. Se caracteriza por poseer un estilo personal, un toreo hondo, ser muy regular, practicar un toreo muy próximo al toro e imprimir intensidad en sus lances. Preciso en sus movimientos como el pintor que plasma una imagen en su lienzo, tanto aveces que ya ha sufrido graves cogidas. Todo esto hace que todos los focos se centren sobre él cuando sale a la plaza, cuelgue el cartel de "no hay billetes" en las taquillas meses antes de su actuación y gane en proporción tanto dinero como el mismo Lionel Messi en fútbol o Lebron James en la NBA.

Aspectos similares a los que reúnen deportes como el fútbol, el baloncesto y demás deportes de masas hacen considerar al toreo uno más de ellos. Graderíos llenos de gente sedienta de espectáculo, emoción en cada lance, lucha mano a mano animal-hombre, o la preparación física y mental que exige ser una figura del toreo son algunos de esos aspectos.

Julio López Uzal

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