miércoles, 30 de marzo de 2011

Un mito incansable

Rafael Nadal sigue agrandando su leyenda. El manacorí consiguió ayer una importante victoria (aunque no por su dificultad) ante el ucraniano Alexander Dolgopolov, que le permite pasar a la antepenúltima ronda del Masters 1000 de Miami. El tenista español se impuso por un contundente 6-1 y 6-2 en menos de una hora -59 minutos-. Dolgopolov venía de ganar en la misma jornada, debido al retraso de su partido por la lluvia, al tenista francés Tsonga, al que doblegó por 6-7 (2), 6-4 y 7-5 en un encuentro que comenzó el lunes y que se tuvo que prolongar hasta el martes por la irrupción de la lluvia.
El tenista de Manacor tendrá que enfrentarse hoy en cuartos de final al checo Thomas Berdych, del que asegura que "contra Berdych siempre es un partido difícil". El ganador de este encuentro se tendrá que ver las caras con el vencedor del partido entre el francés Gilles Simon y el ex-número uno -y uno de los mejores jugadores de todos los tiempos- el suizo Roger Federer, relegado a la tercera posición del ránking de la ATP -sustituyéndole en su lugar el croata Novak Djocovik- tras el último Masters 1000 disputado en la costa californiana, el torneo de Indian Wells.

Sin embargo no es sólo por la victoria en el último partido lo que hace que el mejor tenista español de todos los tiempos sea especial. La garra, fuerza y entrega que demuestra en cada punto es lo que consigue que la gente se levante de su asiento y coree su nombre haya donde vaya. Y es que, aunque pueda parecer fácil, la mentalidad de un tenista que lo haga ganado todo tiende a transformarse, sobre todo si lo ha ganado desde tan joven.

Es admirable la actitud y las ganas con las que Rafael Nadal se enfrenta a cada punto, a cada partido, a cada eliminatoria, por muy débil que a priori pueda parecer el rival (ningún contrincante es fácil de ganar).

Nadal lleva más de 6 años en la élite del tenis mundial, ha conseguido ganar 43 títulos individuales -entre ellos los cuatro Grand Slam- y 7 títulos de dobles; pero eso no es todo, y es que el tenista mallorquín lleva desde el año 2006 entre los dos primeros del mundo -actualmente es el número uno-.

Es admirable la capacidad y madurez mental de un jugador que tan sólo tiene 24 años -nació el 03/06/1986-. Nadal, además de uno de los deportistas mejor pagados del mundo, se ha convertido por méritos propios en un ejemplo para el resto de deportistas y para los niños y jóvenes que se mantienen pegados al televisor cada vez que 'Rafa' juega un partido.

Juan Barrero Gutiérrez

lunes, 28 de marzo de 2011

Llámame romántico

La red nos permite revivir tiempos pasados y deleitarnos con momentos únicos e irrepetibles que emocionan y ponen la piel de gallina. Y, como cada uno de los que son elegidos para formar parte de este espacio, el presente documento no se quedará atrás y pretende cumplir con las expectativas una vez más. Sin más dilación, nos remontamos al año 1986. A quien escribe todavía le queda algo más de un año para ser un proyecto, y no de escalera, como dirían los amantes del Texas Holdem, precisamente.

La NBA acababa de culminar su segunda temporada con la presencia de Michael Jordan en sus filas. En la primera, aquel jovencito elegido por los Chicago Bulls en el puesto número tres del draft de 1984 (inexplicablemente por detrás de un olvidado Sam Bowie había conseguido deslumbrar a propios y extraños. Con un balance de 38-44, consiguió meter en playoffs a la franquicia de Illinois por tercera vez en los últimos diez años. La aventura en las eliminatorias por el título se vio cortada por los Milwaukee Bucks a las primeras de cambio tras vencer en los cuartos de final de la Conferencia Este por 3-1.

A nivel individual, el yogurín con el '23' a la espalda fue nombrado rookie del año tras conseguir unos promedios impropios de un recien llegado: 28.2 puntos, 6.5 rebotes y 5.9 asistencias en 38.3 minutos de juego (29.3 puntos, 5.8 rebotes y 8.5 asistencias en los cuatro encuentros de postemporada). Estas clarividentes estadísticas las completan la inclusión de Jordan en el All-Star, tras recibir el apoyo de unos fans que se rindieron desde el primer año al nacimiento de una leyenda, y los 49 puntos, récord de anotación en la historia del equipo para un novato frente a los Pistons de Isiah Thomas.

De la siguiente temporada poco se puede decir. Bueno, ahora que lo pienso quizá sí.Una lesión, de las pocas que tuvo a lo largo de su exitosa carrera, hizo que se perdiera gran parte de la temporada. Sólo pudo disputar 17 encuentros de temporada regular (22.7 puntos, 3.6 rebotes y 2.9 asistencias). A pesar de ello, MJ volvió para disputar unos playoffs a los que los hombres entrenados habían logrado acceder gracias a un registro de 30-52. Los Boston Celtics de Lary Bird, Kevin McHale, Robert Parish, Dennis Johnson y Danny Ainge esperaban. Y como era de esperar eliminaron a los Bulls por 3-0.

Sin embargo, aquella eliminatoria sirivió para que un recuperado Michael Jordan dejara para la posteridad una de las mejores actuaciones que jamás se han visto, y se verán, sobre una cancha de baloncesto. A pesar de la derrota en el segundo partido de la serie, al mejor de cinco tras dos prórrogas por 135-131, en uno de los templos de este deporte como es el Boston Garden (actual TD Garden), un sophomore con el '23' a la espalda anotó 63 puntos estableciendo un récord de anotación en playoffs que aún hoy permanece vigente. El mismo chico de 23 años que hizo pronunciar a una, por aquel entonces, institución de la liga como Larry Bird la inmortal frase: "He visto a dios disfrazado de jugador de baloncesto".

Tras la temporada fue vox populi el nacimiento de una nueva estrella. Un hombre diferente. Una edición limitada que muy pronto se convertiría en el mejor jugador de todos los tiempos. Por esas fechas y después de su logro frente a los que a la postre se hicieron con el anillo de campeón tras derrotar a los Houston Rockets en las finales por 4-2, Jordan realizó una graciosa entrevista en uno de los Late Nights de mayor éxito durante los ochenta y noventa en los Estados Unidos: 'Late Night with David Letterman' de la NBC. 


Jaime Castillo Gallardo

No hay mal que por bien no venga

Con esta máxima comenzamos nuestra andadura deportiva en la red, porque a mi entender, de todo lo malo se puede aprender algo... así que por muy malo que sea lo que aquí se publico, seguro que a alguien le sirve de algo.

He de advertir que esto no es más que el comienzo de una aventura, la aventura de la información, la cruzada contra los insensatos que tratan de dinamitar y entorpecer el libre pensamiento, la libre opinión y el libre crecimiento intelectual de las personas.

Espero que se tenga en cuenta, que tan solo tratamos de hacer más justo este injusto mundo...